Opinión
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La AEE no colapsó por ser pública. Colapsó porque fue convertida en botín de guerra de dos partidos y gestionada con criterios políticos, en vez de técnicos, opina Luis Aníbal Avilés
26 de julio de 2025 – 11:10 PM
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
En semanas recientes ha resurgido con fuerza un reclamo de volver al modelo público de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Para algunos sectores, LUMA es hoy símbolo del fracaso de la privatización. Pero, si vamos a hablar con seriedad sobre energía, conviene empezar por desmontar la narrativa errada que domina el debate: este no es un pleito entre lo público y lo privado.
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