Julian Martínez Río de Janeiro – El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro usará un monitor electrónico en el tobillo por orden del Tribunal Supremo, donde está siendo juzgado por presuntamente ser el autor intelectual de un complot golpista para permanecer en el cargo a pesar de su derrota en las elecciones de 2022.
El caso cobró nueva atención después de que el presidente Donald Trump vinculara directamente un arancel del 50% sobre los productos importados brasileños a la situación judicial de Bolsonaro, que Trump calificó de “cacería de brujas”.
La orden del Tribunal Supremo de que Bolsonaro use un monitor en el tobillo, entre otras restricciones, se produjo después de que la Policía Federal y los fiscales dijeran que Bolsonaro corre el riesgo de fuga. Las autoridades, enumerando múltiples publicaciones en redes sociales, también acusaron a Bolsonaro de trabajar con su hijo Eduardo para incitar a Estados Unidos a interferir en el juicio e imponer sanciones contra funcionarios brasileños.
El viernes, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció restricciones de visa a funcionarios judiciales brasileños, lo que provocó que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva condenara lo que llamó la inaceptable interferencia de un país en el sistema de justicia de otro.
Aquí está lo que necesita saber sobre el juicio de Bolsonaro:
Las acusaciones contra Bolsonaro
La fiscalía acusa a Bolsonaro de liderar una organización criminal armada, intentar dar un golpe de Estado e intentar la abolición violenta del estado de derecho democrático, daños agravados y deterioro de sitios del patrimonio catalogados.
1 / 11 | Impactantes fotos de partidarios de Jair Bolsonaro tomando las sedes del gobierno de Brasil. El grupo, que defiende tesis golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y algunos entraron dentro de la sede legislativa. – Agencia EFE
Una investigación de la policía federal colocó a Bolsonaro en la cima de una organización criminal que había estado activa desde al menos 2021. La policía dice que después de la derrota de Bolsonaro ante Lula, la organización conspiró para anular el resultado de las elecciones.
Parte de ese complot incluía un plan para matar a Lula y a un juez del Tribunal Supremo, alega la fiscalía. También dice que el motín del 8 de enero, cuando los partidarios de Bolsonaro saquearon los principales edificios gubernamentales una semana después de que Lula asumiera el cargo, fue un intento de forzar la intervención militar y derrocar al nuevo presidente.
El fiscal general Paulo Gonet dice que las acciones de Bolsonaro “no se limitaron a una postura pasiva de resistencia a la derrota, sino que fueron un esfuerzo consciente para crear un ambiente propicio para la violencia y un golpe de Estado”.
En la orden judicial que se hizo pública el viernes, el juez Alexandre de Moraes dijo que Bolsonaro y su hijo también pueden haber cometido los delitos de coacción durante un procedimiento legal, obstrucción de una investigación que involucra a una organización criminal y ataque a la soberanía de Brasil.
Lo que dice Bolsonaro
Bolsonaro ha negado repetidamente las acusaciones y ha afirmado que es objeto de persecución política. Se ha hecho eco de Trump y ha calificado el juicio de “cacería de brujas”.
Al exlíder de extrema derecha ahora se le ha prohibido usar las redes sociales, pero el jueves dijo en X que “aquellos que desafían el sistema están siendo castigados, silenciados y aislados”.
Con respecto a las medidas restrictivas llevadas a cabo el viernes, Bolsonaro las calificó de “humillación suprema”.
“Nunca pensé en irme de Brasil, nunca pensé en ir a una embajada, pero las medidas de precaución son por eso”, dijo a los periodistas en Brasilia.
Próximos pasos
Después de que la fiscalía pidiera un veredicto de culpabilidad en sus alegatos finales emitidos el martes, la defensa pronto presentará su caso, probablemente en las próximas semanas.
El panel de jueces del Tribunal Supremo que abrió el juicio contra Bolsonaro votará si lo condena o lo absuelve. Los expertos dicen que se espera una decisión antes de fin de año.
Un veredicto de culpabilidad por el cargo de complot golpista conlleva una pena de hasta 12 años, lo que podría, junto con los veredictos de culpabilidad por otros cargos, traer décadas tras las rejas.
Pero Antonio José Teixeira Martins, profesor de derecho en la Universidad Estatal de Río de Janeiro, dijo que Bolsonaro podría ser detenido incluso antes de que haya un veredicto.
“Si esto sucede o no depende de cómo se desarrollen los acontecimientos a partir de ahora, es decir, si estas nuevas medidas resultan suficientes para garantizar el orden público, la aplicación del derecho penal y evitar el riesgo de fuga”, dijo Teixeira Martins.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil ya ha prohibido a Bolsonaro presentarse a las elecciones hasta 2030 por abuso de poder mientras estaba en el cargo y por sembrar dudas infundadas sobre el sistema de votación electrónica del país.
