Es la adrenalina la responsable de que nuestro corazón lata con más rapidez, que la presión arterial aumente, y nos dé más energía.
También conocida como epinefrina, es una hormona liberada en el torrente sanguíneo que tiene como función actuar sobre el sistema cardiovascular y mantener el cuerpo alerta para situaciones de emociones fuertes, tales como: estrés, excitación o miedo.
Durante la cobertura de la alfombra roja de la pasada celebración de los premios Oscar a principios de año, la actriz Rachel Sennott hizo mención a un presentador respecto al uso de betabloqueantes o betabloqueadores en su rutina previa al evento.
¿Será que los betabloqueadores son una nueva tendencia en el campo de la salud para tratar la “ansiedad social” y así desacelerar el ritmo cardiaco?
De acuerdo con el doctor Orlando J. Carrasquillo, cardiólogo del Centro Médico Menonita de Cayey, los betabloqueadores son un grupo de medicamentos que principalmente fueron diseñados para disminuir síntomas que tienen que ver con condiciones del corazón.
“Actúan principalmente en unos receptores dentro del tejido del corazón y también puede actuar en unos receptores que hay en los vasos sanguíneos, lo que son las arterias. Estos medicamentos pueden lograr disminuir la frecuencia cardíaca o la velocidad de los latidos del corazón por la intención de que el músculo cardíaco no necesite tanta energía o tanto oxígeno para poder trabajar más tranquilo o descansando”, informó el galeno en entrevista con El Nuevo Día.
Principalmente, según señala, son los medicamentos más utilizados para pacientes que tienen condiciones de hipertensión, fallo cardíaco, debilidad del músculo del corazón y arritmias, entre otras afecciones.
“Son medicamentos que han sido bien estudiados desde hace bastante tiempo, desde los ’90. Hay bastante información donde estos medicamentos han logrado demostrar una reducción en síntomas, complicaciones, hospitalizaciones y aumentan la sobrevida de los pacientes”, agregó el cardiólogo.
No obstante, en vista de que hay quienes los usan como una solución rápida para tratar algunos de los síntomas físicos de la ansiedad, El Nuevo Día le preguntó a la doctora en psiquiatría Caroline Toro acerca de esta modalidad.
“En psiquiatría, los betabloqueadores, como por ejemplo el propranolol y el atenolol, aunque no están aprobados por el FDA para tratar trastornos de ansiedad, se utilizan principalmente para aliviar los síntomas físicos de la ansiedad, como temblores y palpitaciones, especialmente en la ansiedad social o de rendimiento, que se le conoce en inglés como ‘performance anxiety’”, señaló la doctora Toro.
Carraquillo, por su parte, explica el “performance anxiety” como un tipo de ansiedad que desarrollan personas, la mayoría de ellas funcionales y/o profesionales, que tienen que exponerse a una situación estresante.
“Ya sea, por ejemplo, una reunión con un jefe, una presentación en auditorio con muchas personas, una entrevista en la televisión, que son situaciones que no todo el mundo puede manejar bien y desarrollan un episodio de ansiedad severa a un nivel de que, yo sé de pacientes que pueden presentar hasta un nivel de pánico”, destacó.
Experimentar ese tipo de ansiedad y síntomas físicos ante una presentación frente a muchas personas, la doctora Toro enfatizó que es muy común.
Asimismo, Carrasquillo señala que, ciertamente, el betabloqueador tiene también efectos a nivel de adrenalina y noradrenalina, que son unas hormonas que le podemos denominar hormonas de estrés.
“Cuando una persona está en estrés va a estar secretando muchas hormonas, desde las médulas adrenales, que es donde se produce, y esto a su vez puede encadenar una crisis en el organismo, en el cuerpo, va a subir la presión, el pulso, el paciente va a estar con sudoración, ansioso, con mucha intranquilidad”, amplió el cardiólogo.
Alivio a síntomas de la ansiedad
Ambos coinciden que estas medicinas pueden traer una reducción en los síntomas, al bajar los latidos, la ansiedad, y la sudoración, porque inhiben el mecanismo de estas hormonas. De ese modo, la persona puede desempeñarse en lo que va a hacer de una manera más tranquila.
“Los betabloqueadores ayudan a manejar síntomas físicos de ansiedad, bloqueando la acción de la epinefrina (adrenalina) en el sistema nervioso, ayudando a reducir la presión arterial y el ritmo cardiaco. De igual manera reducen la respuesta de “fight or flight”, reduciendo síntomas de temblores, palpitaciones, sudoración, entre otros“, agregó la psiquiatra.
Sin embargo, recalcó que es importante que la persona consulte con su médico qué otros medicamentos el paciente utiliza, ya que pueden interactuar con estos. También subraya que no es el medicamento adecuado para aquellas personas que padecen de trastornos de ansiedad o ansiedad generalizada.
“De igual manera, pueden ser utilizados para manejar a corto plazo síntomas físicos de ansiedad, pero no se consideran como un tratamiento a largo plazo para manejo de ansiedad. Ya en este caso se deben utilizar medicamentos aprobados por FDA para trastornos de ansiedad”, enfatizó Toro.
Atención médica previa
El doctor Carrasquillo afirma que hay muchas personas que utilizan los betabloqueadores para este propósito, siempre y cuando utilicen dosis pequeñas.
“Una persona que no tenga ninguna condición importante a nivel cardiovascular podría intentar utilizar este tipo de medicamentos si son para estos efectos. En dosis mínimas de 10 milígramos, el medicamento que más se utiliza para estos efectos es el Inderal o lo que es el Propranolol, que pertenece a la familia de los betabloqueadores”, orientó.
Aclara que un médico debe observar que con su uso la persona no desarrolle presión baja, pulso bajo, ni presente mareos. No obstante, confirma que pacientes con esta dosis pequeña sienten un alivio marcado en los síntomas y pueden desempeñarse en las tareas que están buscando realizar. Obviamente, señala que previamente, el paciente debe recibir una orientación y una evaluación física, antes de que estos medicamentos le sean recetados.
“Estos medicamentos si se usan indiscriminadamente, dosis altas o sin un monitoreo apropiado, pueden desarrollar problemas. Pacientes asmáticos pueden desencadenar un evento de asma, un evento de pulso bajo y hasta un bloqueo atrioventricular, que es la conducción eléctrica dentro del tejido del corazón”, advirtió Carrasquillo.